martes, 12 de mayo de 2009

APRENDIZAJE INDIVIDUALIZADO Y COLABORATIVO

Siempre se ha justificado el trabajo en grupo por su importancia en la consolidación del aprendizaje del alumno y en su desarrollo como ser social. Sin embargo, existen razones antropológicas y sociales que han hecho que la colaboración sea hoy un elemento esencial en todo proceso de aprendizaje.
La educación ha pasado por etapas que han ido respondiendo al concepto de persona en cada momento de su historia. En la filosofía antropológica contemporánea, el acento se imprimió en la individualidad y se dejó a un lado el aspecto de relación, en el cual hoy insiste el pensamiento posmoderno. Ya a principios del siglo XX, John Dewey consideraba que la escuela debía cumplir
dos misiones en la reconstrucción social: ayudar a que los alumnos se desarrollaran, creando en ellos un deseo de crecimiento continuo, y hacer que encontraran su propia felicidad en la mejora de las condiciones de los otros.
Según este autor, para lograr estos fines debe abandonarse el hábito de considerar la inteligencia como una posesión personal y estudiar más los procesos de comunicación e interacción, pues el hombre está íntimamente ligado a los seres humanos y llamado a construir con ellos un mundo más solidario.
El aprendizaje colaborativo es una experiencia de socialización que se orienta a lograr en el alumno una forma de vida solidaria y donde radica la esencia educativa, que no es más que la esencia del desarrollo de la capacidad mental del ser humano. Estas dos dimensiones de la persona, la individual y la social, constituyen una relación recíproca y dinámica, no se dan por separado. El desarrollo individual está condicionado por la relación con los otros y, a su vez, el individuo dispone de sus cualidades y recursos para que los demás desarrollen su ser de personas.
El énfasis que actualmente se da a este enfoque es también el resultado de la misma evolución social. El progreso de la ciencia y de la técnica, así como la interdependencia económica, social y política que caracteriza nuestra sociedad, han abierto dimensiones y exigencias mundiales a la solidaridad y a la colaboración. La necesidad de la solidaridad dentro de la democracia de las
naciones se hace inminente para superar el vacío de ella que sufre la humanidad, manifestada en Las experiencias colaborativas son el único camino viable para socializar sistemáticamente a las futuras generaciones y satisfacer las necesidades presentadas por un mundo cada vez más urbano, tecnológico e interdependiente. Kagan, 1985.

La solidaridad a través del aprendizaje colaborativo, en el modelo educativo es el elemento más importante a considerar en la formación de los alumnos, pasando a ser más que una característica, una filosofía de vida; es la esencia de la vida académica de los estudiantes y de los profesores y se inserta en todas las actividades y procesos en los que el alumno participa.
En las actividades colaborativas los estudiantes, además de consolidar los aprendizajes que hacen individualmente, desarrollan de forma simultánea, habilidades y actitudes cívicas y sociales como la comunicación efectiva, el conocimiento y respeto a los demás, la tolerancia, la toma de decisiones de manera colectiva y el compro-miso mutuo; la colaboración constituye a la vez, un medio adecuado para fomentar hábitos éticos de comportamiento. Términos como individualismo, memorización, pasivo y competitivo no están asociados con el aprendizaje colaborativo; por el contrario, los elementos que siempre están presentes en este tipo de aprendizaje, de acuerdo con la teoría de los hermanos David y Roger Johnson, son:
*Cooperación. Los estudiantes se apoyan mutuamente de forma eficiente y efectiva, para cumplir con un objetivo común. Comparten metas, recursos y logros, de tal manera que un estudiante no puede tener éxito al margen de los demás.
*Responsabilidad individual. Todos los estudiantes, como miembros de un grupo, tienen una tarea propia que cumplir, la cual es fundamental para el logro de la meta del grupo.
*Comunicación. Los miembros del grupo intercambian información y materiales, analizan los trabajos y conclusiones individuales y reflexionan para lograr pensamientos y resultados de mejor calidad.
*Tareas en grupo. Los estudiantes aprenden a resolver juntos los problemas,
desarrollando habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de decisiones y solución de conflictos.
*Reflexión sobre el proceso. Los miembros de cada grupo evalúan las acciones y planean los cambios que deben realizarse para mejorar su trabajo.
Cuando el profesor crea un ambiente de respeto donde cada alumno es aceptado

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